Con l’arrivo della buona stagione le condizioni climatiche e lo stato del mare provocheranno un nuovo aumento delle “traversate della speranza” attraverso  il Mediterraneo, da sud a nord, ma anche l’oceano atlantico da oriente a occidente, dalle coste africane verso l’arcipelago delle Isole Canarie.

Una storia tragica che si sviluppa su due assi principali, quello politico e quello socio-umanitario.

Sul piano politico il tema immigrazione da anni anima in Italia  il contradditorio tra destra e sinistra senza che si siano trovate  soluzioni strategiche. Ad ogni cambio di governo la politiche migratorie hanno inseguito la  discontinuità per  “rompere” con passato.

Il Spagna la destra, rimasta al potere fino al 2018, aveva praticamente mantenuto chiuse le frontiere. Con il governo “progressista” di Suarez c’è stata una crescente apertura soprattutto nei confronti di giovani (spesso minorenni) provenienti dal Maghreb e dai paesi della fascia centro-nord occidentale dell’Africa.

Politica e società civile non sono in sintonia nell’affrontare la situazione. la prima  è più attenta ai risvolti elettorali delle singole decisioni, la seconda più sensibile ai principi di accoglienza, empatia,  inclusione. In un momento storico caratterizzato dalla crescita della povertà assoluta si creano ulteriori tensioni e affrontamenti tra gruppi sociali in sofferenza, acuiti da situazioni particolari come ad esempio gli appuntamenti  elettorali. 

E’ ciò che succede in questi giorni in Spagna, durante la campagna elettorale per il controllo della regione di Madrid. L’estrema destra sta usando il tema immigrazione per acquisire il sostegno dei tanti, troppi, colpiti dalla crisi economica indotta dalla pandemia.

Mi pare davvero che a forza di farci lavare le mani si sia tornati ai tempi di Ponzio Pilato.

Lo notavo qualche giorno fa a proposito della decisione della agenzia europea sul farmaco per indicazioni fornite ( o meglio non fornite) agli stati in tema di scelte vaccinali, lo noto oggi di fronte alla latitanza della Unione Europea di fronte all’ultimo naufragio di massa consumatosi pochi chilometri a nord delle coste libiche, nel grande cimitero blu che è diventato il Mediterraneo.

EL CEMENTERIO AZUL

Con la llegada de la buena temporada, las condiciones climáticas y el estado del mar provocarán un aumento de las "travesías de la esperanza" por el Mediterráneo, de sur a norte, pero también por el Atlántico de este a oeste, desde las costas africanas hacia el archipiélago de Canarias.

Una historia trágica  que se desarrolla a lo largo de dos ejes principales, el político y el socio-humanitario.

En Italia  el tema de la inmigración ha animado el debate político entre derecha e izquierda durante años sin que se pudieron encontrar soluciones estratégicas. En cada cambio de gobierno las políticas migratorias han perseguido la discontinuidad para "romper" con el pasado.

La derecha española, que permaneció en el poder hasta 2018, había mantenido prácticamente cerradas sus fronteras. Con el gobierno "progresista" de Suárez ha habido una apertura creciente, especialmente hacia los jóvenes (a menudo menores) del Magreb y de los países del cinturón centro-noroeste de África.

Sin embargo  los politicos están más atentos a las implicaciones electorales de las decisiones que toman, mientras la sociedad civil aparece más sensible a los principios de acogida, empatía y inclusión. Asì, en un momento histórico caracterizado por el crecimiento de la pobreza absoluta, se generan más tensiones y enfrentamientos entre grupos sociales en sufrimiento, exacerbados por situaciones particulares como las citas electorales.

Esto es lo que está pasando estos días en España, durante la campaña electoral por el control de la Comunidad de Madrid. La extrema derecha está utilizando el tema de la inmigración para ganarse el apoyo de los muchos, demasiados, afectados por la crisis económica empeorada por la pandemia.

Realmente me parece que acostumbrados en lavarnos las manos, hemos regresado a los tiempos de Poncio Pilato.

Lo noté hace unos días ante la decisión de la Agencia Europea del Medicamento en relación a las indicaciones dadas (o mejor dicho no proporcionadas) a los estados en respecto a las opciones de vacunación, lo noto  hoy ante la inacción de la Unión Europea en el caso del ultimo naufragio masivo que tuvo lugar a pocos kilómetros al norte de la costa libia, en el gran cementerio azul  en que se ha convertido el Mediterráneo.