La ricetta “Crescita=Sviluppo” è stata mantra e stella cometa della economia mondiale risorta dalle ceneri del dopoguerra.
Nel 2005, quando rientrai in Italia, dopo un lungo girovagare tra Africa e Asia, quella ricetta ( completata dall’ingrediente “più consumo” e quindi più crescita e più sviluppo) mi suscitava perplessità. Pensando con gli strumenti della fisiopatologia-basati sostanzialmente sulla relazione causa.effetto-mi ponevo due domande: quale sarebbe stato il limite dello sviluppo, e fino a quando sarebbe continuata la festa. La prima era una domanda vecchia, alla quale già nel 1972 il Club di Roma (co) fondato da Aurelio Peccei, aveva dato una risposta (totalmente disattesa dai Decisori). Per la seconda mi venne in aiuto un altro membro del Club di Roma, Gunter Pauli, ideatore della Blu Economy, la base della “economia circolare” dei nostri giorni.
Avevo conosciuto Gunter, economista poliedrico e sostenitore del FIL (l’Indice di Felicità Interna Lorda), grazie ad un suo libro, pubblicato nel 1996 “Scelte Epocali”, il libro di un visionario che iniziava con una citazione di G.B.Shaw “Alcuni vedono le cose e si domandano perchè?. Io sogno le cose e mi dico perché no? Un libro che mi entusiasmò per la accuratezza della anticipazione di dinamiche e fatti (esempio la crescita tumultuosa delle reti sociali e le sue conseguenze) che stavano succedendo allora, nel 2010. In quegli anni lavoravo con il Comitato Scientifico di Expo 2015 e pensai di contattare Pauli sperando di poter discutere con lui alcune idee del Comitato. Gli mandai una mail, chiedendogli un incontro. Ci vedemmo a Madrid e per un paio d’ore mi parlò della necessità di un maggior rispetto per una natura che ci è maestra di tecnologia, Tornai a Milano innamorato di alcune delle sue idee che già vedevo impiegate in Expo. La cosa però non si realizzò sostanzialmente per la contrarietà di uno dei direttori, molto più interessato a contatti e nomi locali. Comunque ci vedemmo diverse volte e sempre lo lasciavo con la netta impressione che quella ricetta Crescita=Sviluppo fosse destinata a naufragare. E oggi, anche se in molti ancora non se ne rendono ben conto, o non lo vogliono accettare, quel mantra vale di meno. Qualcos’altro dovrà sostituirlo e vorrei sperare che la Transizione Ecologica, oltre a inebriare i discorsi, trovi una nuova ricetta per vivere meglio tempi nuovi. Certo, come sostiene Pauli “Il processo che consentirà di realizzare un futuro migliore toccherà l’esistenza di molti”.
UNA RECETA INSOSTENIBLE
La receta “Crecimiento = Desarrollo” ha sido el mantra y la estrella de la economía mundial que surgió de las cenizas de la guerra.
En 2005, cuando regresé a Italia, después de un largo vagabundeo entre África y Asia, frente a esa receta (completada por el ingrediente "más consumo" y por lo tanto más crecimiento y más desarrollo) me quedé perplejo. Pensando con las herramientas de la fisiopatología -basada sustancialmente en la relación causa-efecto- me planteé dos preguntas: cuál sería el límite del desarrollo y cuánto tiempo continuaría la fiesta. La primera era una vieja pregunta, a la que el Club de Roma (co) fundado por Aurelio Peccei ya había dado respuesta en 1972 (respuestas totalmente ignoradas por los mandatarios). Para el segundo vino en mi ayuda otro miembro del Club de Roma, Gunter Pauli, creador de la Economia Azul, base de la “economía circular” de hoy.
Conocí a Gunter, un economista polifacético y partidario de FIB (el Índice de felicidad interna bruta), gracias a su libro, publicado en 1996 "Viraje Epocal", el libro de un visionario que empieza con una cita de G.B.Shaw "Algunos ven cosas y preguntarse por qué ?. Yo sueño cosas y me digo ¿por qué no?” Un libro que me emocionó por la veracidad de la anticipación de dinámicas y hechos ( por ejemplo el tumultuoso crecimiento de las redes sociales y sus consecuencias) que estaban sucediendo entonces, en 2010. En esos años estuve trabajando con el Comité Científico de la Expo 2015 y pensé en ponerme en contacto con Pauli con la esperanza de discutir con él algunas de las ideas debatidas en el seno del Comité. Le envié un correo electrónico pidiéndole una reunión. Nos conocimos en Madrid y durante un par de horas me habló de la necesidad de un mayor respeto por la naturaleza que es maestra de tecnología. Volví a Milán enamorado de algunas de sus ideas que ya había visto empleadas en Expo. El plano no se realizó sustancialmente debido a la oposición de uno de los directores, mucho más interesado en los contactos y nombres locales. Sin embargo, nos reunimos varias veces y siempre le dejé con la clara impresión de que esa receta Crecimiento = Desarrollo estaba destinada al fracaso. Y hoy, aunque muchos todavía no se den cuenta bien, o no quieran aceptarlo, ese mantra vale menos. Algo más tendrá que reemplazarlo y me gustaría esperar que la Transición Ecológica, además de embriagar los discursos, encuentre una nueva receta para vivir mejor los nuevos tiempos. Por supuesto, como sostiene Pauli, "el proceso que permitirá lograr un futuro mejor afectará la existencia de muchos".
